Argentina vuelve a perder otra final. Esta vez fue contra Chile, y otra vez como en 2015, por penales y después de empatar 0 a 0 en los 120 minutos. Es la séptima final que pierde al hilo el equipo nacional desde 1995, cuando pierde la Copa de las Confederaciones con Dinamarca.
Pero lo más importante es que este grupo perdió su tercera final en tres años. Este ciclo nefasto que se inició en la final del Mundial frente a Alemania, siguió en Chile 2015 y llega a esta final en Estados Unidos con una nueva derrota.
"No creo que sea un fracaso no salir campeón, sino una decepción", dijo Lionel Messi antes de la final. Esas palabras plantearon una discusión que hasta el propio Martino quiso evitar en la previo.
Pero lo cierto es que este grupo volvió a fracasar. Fracasó porque eran ampliamente superiores a sus rivales en todo el certamen, igual que en 2015. Pero no pudieron cristalizar eso en el resultado final.
Un golpe así trae consigo decisiones drásticas. Son los protagonistas (algunos, no todos) los que deberán tener un gesto de grandeza. Ahora solo queda esperar: la revancha será en Rusia 2018.
